Frank Gehry y Rafael Moneo
- riosjalymar
- 5 days ago
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Las perspectivas de Frank Gehry y Rafael Moneo nos permiten entender dos maneras opuestas de pensar en la arquitectura contemporánea. Cada uno entendía la relación entre la arquitectura y su entorno de forma distinta. Así mismo, los materiales que utilizaban para sus obras reflejan lo polarizadas que estaban sus ideas. Aunque ambos proyectos se han convertido en referentes de sus ciudades, compararlos nos da una visión distinta del diseño.
Gehry propone un edificio que destaca con fuerza dentro de su entorno, llamado Guggenheim. Este presenta un objeto llamativo y escultórico que buscaba transformar la imagen de Bilbao. Aquí la arquitectura funciona como un gesto que irrumpe en el paisaje industrial y lo redefine. Mientras tanto, Moneo plantea en el Kursaal una actitud más sensible hacia el lugar: sus volúmenes dialogan con la costa.
Estas diferencias también se expresan en la materialidad. Gehry utilizó titanio para que el Guggenheim brille, cambie con la luz y se convierta en un fenómeno visual. Moneo por su parte emplea vidrio que genera una atmósfera más calmada. En este sentido Gehry utiliza los materiales para destacar mientras que Moneo los utiliza para conectar y suavizar la presencia arquitectónica.
Aunque ambos arquitectos han logrado obras emblemáticas, sus estrategias son claramente distintas. Gehry concibe la arquitectura como una oportunidad para transformar, mientras que Moneo la entiende como un gesto que debe dialogar cuidadosamente con el entorno. Así, mientras Gehry apuesta por una relación con el contexto, Moneo construye un vínculo de continuidad y armonía.




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